miércoles, 24 de noviembre de 2010

II ENCUENTRO INTERDISTRITAL LIMA SUR

CULTURA PARA EL DESARROLLO LOCAL

(Foto tomada al colectivo PARQUE en la plaza mayor de V.M.T)

La reciente creación del Ministerio de Cultura ha significado, a todas luces, un puntito a favor de la gente que hace, disfruta y fomenta la cultura en todas sus manifestaciones habidas y por haber. Digo un puntito porque ya existe, por fin, un ente visible y palpable a quien acudir cuando de cultura se trata. Un ente que sin lugar a dudas ni murmuraciones debe tener presencia en los gobiernos locales y digo como un “DEBER” obligación primera, máxime, ¿Sino para qué sirve? ¿Sino para qué estamos? ¿Sino para qué? Ya tenemos carro nuevo ahora a aprender a manejarlo. No quiero entrar en ese debate bizantino de, qué es y qué no es cultura. Ya se encargaran las bases combativas y cumbiamberas (rockeras, salseras, guaracheras, etc.) en crear un modelo cultural que no sea calco ni copia, sino creación heroica, y bien a la percha. Ya se encargara la sociedad organizada (gestores culturales, asociaciones culturales, bibliotecas, colectivos, grupos juveniles, entidades públicas y privadas, el ciudadano de a pie y demás valientes) en poner en debate el tema cultural en los próximos comicios electorales (los presidenciales). En Villa María del Triunfo me ha tocado ser un espectador de lujo, un privilegiado, un bienvenido. Gesto que se agradece a los compañeros que compartieron proyectos, sueños, travesuras, esperanzas, desesperanzas y amenazas (como la de Pedrito que amenazo con hacer un robot capaz de hacer poesía de la buena y en cantidades industriales) en cuanto al tema cultural y amical se refiere. No se come en paila pero se goza en grande. Algunos de estos compañeros valientes vienen trabajando años, otros ya más de una década, otros solamente unos días o semanas pero ya se ve en sus ojos el fuego abrasador, esa llamita eterna y contagiosa que requiere esta labor. Sólo espero que esa llama eterna no arda en ese infierno terrible que es la indiferencia y la mezquindad de aquellos que habiendo sido elegidos para servir a la comunidad se sirven de ella y aunque suene manido y al riesgo de caer en populismo lo digo y lo sostengo, hay que servir antes de servirse. Sólo espero que esos compañeros valientes e incansables que además de artistas son gestores culturales, soldados de fe y camaradas de ruta, encuentren en las autoridades pertinentes un buen puerto a sus iniciativas, propuestas y peticiones. Ya que hasta ahora en Villa María del Triunfo las más de las veces el trabajo cultural se hace a pesar de las autoridades de turno. Eso se debe fundamentalmente a la falta de un plan cultural distrital que articule, promocione y proteja el quehacer y el acervo cultural en nuestro distrito. Esta terrible omisión es una deuda que tenemos todos y cada uno de nosotros y tiene como consecuencias gravísimas como una débil y casi imperceptible identidad local reflejada en un pobrísimo nivel de compromiso del ciudadano con su distrito. Ya se ha hecho moneda corriente ver el poco respeto y cuidado que se tiene por nuestros espacios públicos, altos índices de violencia, desinterés de nuestros vecinos por nuestro patrimonio local, por nuestras costumbres y tradiciones. A pesar de ello hay experiencias dignas de imitar como la de la que levanta angelito en Diócesis de Lurín con su grupo de teatro, reductos del arte como los de la pizza “por qué te conocí “comandada por el amigo Yull o el “Forest Bar” de amigo Tello que prueban que el arte puede ser un honesto y buen negocio, experiencias itinerantes y como la de Bonachón con “pintando tu parque” o la de Efras con “5MINUTOS5” con el festival de cine, los talleres de poesía del Amaya en diversos colegios del distrito y de Villa el salvador, los festivales de rock de Villa María Rock de mi causa Renzo o los festivales de rock de “Comunal Fest” de Leo y Elvis en el local de la zona antigua de tablada, compañeros con los que hice radio por Internet desde mi vieja compu, o la “Casa Cultural Duende” que es una galería de arte alternativa que pertenece al amigo Naveda, las veladas artísticas del amigo Mori de khimeraz, o las actividades ecológicas y animalistas de las chicas de “Yanapaqu”, los chicos de “lavanda” Carlitos Olortegui, Los Fiats y Chang deleitándonos con su buena música, Wiñaymara ya mítica tropa de Sikuris de José Carlos Mariategui, como olvidar a las “tres marías” (señoras de la tercera edad) y su contagioso baile, Los chicos súper dinámicos de la Semilla, el amigo Tonet de la Candelaria con su poesía, las fiestas patronales, Gonzalo y Keny con su feria de fanzzines, los chicos de Buena Voz, los de Sin Normas y HMC con sus graffitis, los de Consulado Sur y los de Raper Zone, las Loqueras Matilde y los Pinchos Locos con su lírica valiente, el Frente Cultural de Villa María del Triunfo y su propuesta de políticas culturales, los chicos que ahora se están formando en la “Escuela de Arte Comunal”, escuela que es parte del programa de extensión social de la Biblioteca Comunal. Biblioteca que se me ha encomendado y que asumo con infinita gratitud y alegría. Son más. Son muchos y machos. Lo dejan todo en la cancha. Dejan a su paso zapatos rotos y sonrisas grandes como abrazos. Que hay errores, claro que hay errores. Pero preferimos eso a la pureza de la inactividad.

Carlos Tolentino. Gestor cultural, Crítico literario, poeta, novelista y bibliotecario.

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